miércoles, 22 de junio de 2011

Reflexión

Pasan los días, y puedo ver las cosas con más claridad. Aunque no por eso es más fácil.
La sigo echando de menos a morir. Es tan difícil vivir sin ella.
Aunque no me lo crea he sobrevivido a la primera semana. He aguantado el primer ataque de celos, y he soportado que me dijera mil y una vez que ya no me quiere y que no va a volver conmigo nunca.
10 días después, siguen retumbando en mi mente sus palabras.
Sigo sin entenderlo.
Yo nunca fui fácil, nunca fui cariñosa, pero ella me conoció así, y se había enamorado de eso.
Y ahora, eso mismo fue de lo que se desenamoró.
Le pedí un favor que no ha cumplido. Aún estando lejos, me sigue haciendo daño.
Y no sé que hacer. No sé si desaparecer de su vida y hacer como si nunca pasó nada, o aguantarme e intentar llevarlo lo mejor posible.
Pero cómo me la quito de la cabeza? Cómo me la quito de alma y del corazón?
En breve tengo que irme del piso, y aún no encuentro nada que pueda permitirme.
Esto es horrible.
Estando sola todos mis problemas son gigantes. Que cambio. Cuando estabamos juntas, podíamos con todo.
Cuál fue mi error? Pensar que siempre estaría conmigo incondicionalmente.
Yo firme un papel que decía en las buenas y en las malas. Pero parece que ese contrato para ella no tuvo validez. Un poco de estress y me deja.
No la culpo, pero no por ello deja de hacerme daño.
Laura, si te pasas algún día por aquí, recuerda que yo te sigo amando, más que el primer día, más que nunca. Y que te echo de menos por sobre todas las cosas. La Lilita y yo te necesitamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario